UN...ANTOJITO
¿Alguien sabe la receta para conseguir que los planes salgan bien? yo no... En un futuro no muy lejano veíamos como se aproximaba este puente y evidentemente la intención de salir fuera de esta aldea era positiva y desprendía gran firmeza: ¡Nos vamos! (pero en nuestra contra luchaba la maldición de: "No me da la gana de que las cosas salgan bien").
Finalmente esta idea desapareció de nuestras mentes, dejando un pequeño lugar a la posibilidad de pasar un fin de semana fuera de casa, que realmente se convirtió en un día o mejor dicho una noche. Debido a este contratiempo ,que era de suponer, decidimos ir a un lugar de la mancha (de cuyo nombre no quiero acordarme) acompañados de un JPS que simulaba ser una extraordinaria rubia con ojos azules y grandes pechos despampanantes que compensaba con sus 2 neuronas y medías, ya que tenía la capacidad de llevarnos al sitio más apartado y oscuro de mirar, para cenar en un exótico restaurante, rodeada de una gran compañía y para finalizar la noche con una romántica visita a la zona recreativa más interesante del lugar: La bolera. (Llevaba meses queriendo ir :) )
Tras más de media hora de viaje, llegamos al poblado, nos aprendimos bien la ubicación de los adornos en forma de regalos que adornaban a un gran árbol de navidad situado sobre una rotonda del pueblo (pasamos 20 veces por allí), ¡conseguimos perdernos! y estar algo mas de X minutos sin saber como llegar a nuestro destino ( pero una vez más, la rubia JPS, nos sacó de apuros... ) Llegamos a la bolera, (pero no se porque razón no jugamos a los bolos, si era nuestro...Mejor dicho, mi deseo) y cuando los estómagos empezaron a ronronear, salimos de la zona recreativa para decir: Volveremos...O no…
Llegamos al esperado restaurante, (mi deseado restaurante, que debido al la excesiva decoración navideña, no nos permitió observar un pequeño detalle), y el camarero había cambiado su típico traje tradicional del país mejicano por una camisa blanca, un collar de oro gordo con la cara de cristo y un gran sello macizo en el dedo anular. (Joder con los mexicanos...) Realmente la decoración era la misma, todo igual, pero el acento del camarero me desconcertó: tenía un acento "gañan" no muy típico de esa república democrática. ¡¡¡¡Ea, nos habían metido a cuatro gañanes en lo que era un restaurante con clase, que pretendían que degustáramos rabo de toro o mollejas a alto coste, o un "bocata" cuyo precio te hacía imaginar que sería un gran pan moreno recubierto de capas y capas de incesante comida, algo tan caro debe saber bien!!!!!. Pedimos unos bocatas, (si señor, unos buenos bocatas), rellenos de...(Mejor no pensarlo) con pan duro de 7 días que podía reutilizarse para la elaboración de unas buenas migas caseras. En fin...apenas cené y las cosas no salieron como eran de esperar.
Moraleja: Lo que realmente importa no es si los planes salen bien o mal, lo que importa es estar rodeados de una buena compañía capaz de eliminar y hacerte disfrutar de todo aquello que sobra...A pesar de todo, fueron muy buenos momentos y al recordarlo me pregunto a mí misma...¿Volveremos algún día? :)
Etiquetas: Personal
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